Mientras diversos actores nacionales han convocado a un paro para exigir la ampliación del proceso de formalización minera, en Arequipa —región con el mayor número de mineros en vías de formalizarse— la postura es completamente distinta. Los mineros artesanales locales no solo rechazan la paralización, sino que han decidido apostar por propuestas técnicas y diálogo directo con el Ministerio de Energía y Minas (Minem) para viabilizar un proceso que lleva más de una década estancado.

“Los paros no solucionan nada. Lo que necesitamos es trabajo técnico, no medidas electorales”, señaló Nilson Flores Suárez, vocero de la Federación de Mineros Artesanales de Arequipa, quien cuestionó el carácter político con el que algunos dirigentes nacionales han intentado empujar la huelga. De acuerdo con esta posición, el llamado al paro no responde a una verdadera necesidad del sector, sino a intereses externos y agendas alejadas de la realidad administrativa del proceso.

EL PARO, UNA PRESIÓN SIN SUSTENTO TÉCNICO

En Arequipa, la percepción es clara: la ampliación del plazo para completar la formalización ya había sido consensuada previamente y se sustenta en la incapacidad del Estado para evaluar miles de expedientes transferidos desde los gobiernos regionales. El cambio de autoridades y la sobrecarga documental retrasaron los procesos, pese a que los mineros ya cumplieron con presentar la totalidad de sus requisitos, dijo Suárez Flores.

“Todo estaba trabajado antes. La prórroga no es una concesión política, es una necesidad administrativa porque el Estado no revisó a tiempo los expedientes. Nosotros sí hemos cumplido”, enfatizó el vocero.

Por ello, afirman que no existe justificación técnica para una medida de fuerza que bloquee caminos o afecte a las regiones del sur. Su postura se alinea con la de otros gremios mineros que consideran que estas protestas solo perjudican la imagen del sector y generan desconfianza en la ciudadanía.

APUESTA POR EL CAMINO TÉCNICO

Frente a la confrontación promovida por otros dirigentes, los mineros artesanales de Arequipa han decidido reforzar su trabajo técnico. La llegada del director de Formalización Minera del Minem, Máximo Gallo, permitió reactivar las mesas de diálogo y abrir una agenda de soluciones concretas.

El objetivo, explicaron, es plantear alternativas viables que destraben los expedientes y aceleren los procesos de evaluación. Entre las propuestas destacadas se encuentran:

Evaluaciones grupales y conjuntas, que permitirían optimizar recursos y acortar tiempos.

Aplicación del silencio administrativo positivo, mecanismo que habilitaría la aprobación automática de expedientes cuando el Estado no cumpla los plazos de respuesta.

Estas medidas, aseguran, no solo son legales y viables, sino fundamentales para evitar que la formalización siga prolongándose indefinidamente.

TRABAJO ARTICULADO

Tras la reunión con el Minem, se acordó que un equipo técnico especializado llegará a Arequipa para trabajar directamente con los mineros. A esto se suma que el propio sector presentará su propio comité técnico para avanzar en paralelo. La meta es clara: tener a los primeros mineros formalizados en diciembre. Arequipa es la región más significativa en el proceso, con más de 11 mil mineros aún en la ruta de formalización. Por ello —afirman— merece una atención prioritaria del Estado y un manejo serio, alejado de presiones políticas y protestas sin sustento.

“Nosotros queremos formalizarnos, no paralizar el país”

El mensaje del sector es contundente: la formalización minera no avanzará con paros, sino con trabajo técnico, diálogo y decisiones basadas en evidencia. “Nosotros queremos formalizarnos, producir legalmente y contribuir al país. No estamos para paros. Estamos para trabajar”, resaltaron los representantes. Con una postura firme y propuestas claras, los mineros artesanales de Arequipa buscan marcar distancia de las protestas nacionales y demostrar que la formalización sí es posible cuando existe voluntad técnica y política.