30 de mayo del 2025

La historia de Feliciano Azaquiste, un artista gráfico de 47 años residente en La Joya, ha estremecido a su comunidad. Fue agredido brutalmente por tres sujetos en plena vía pública. Después de días de agonía en el Hospital Regional Honorio Delgado, la familia recibió la peor noticia: muerte cerebral. Su hermana, Jocelyn Quispe, conversa con nosotros entre el dolor y la indignación, y exige justicia frente a la inacción de las autoridades.

Jocelyn, ante todo, nuestras condolencias. ¿Qué saben hasta ahora del caso de su hermano Feliciano?

Jocelyn Quispe: Gracias. Lo único que sabemos es que mi hermano fue golpeado con brutalidad. Más de seis golpes en la cabeza. Todo ocurrió a plena luz del día, en una zona pública. Nadie hizo nada. Han pasado días y la policía recién está empezando a mover las cámaras de seguridad. Si hubieran actuado desde el primer momento, tal vez los responsables no estarían prófugos ahora.

¿Cómo reaccionó la policía cuando ustedes acudieron por ayuda?

J.Q.: Fue frustrante. Tardaron más de 24 horas en siquiera aceptar la denuncia. Mientras tanto, los agresores ya estaban lejos. Yo misma fui a investigar. Fui al bar donde estuvieron, al coliseo donde hay cámaras. Pedí los videos una y otra vez. Nadie me ayudó. Me decían “ya vamos a ver”, y hasta ahora, nada.

¿Qué tipo de persona era su hermano?

J.Q.: Mi hermano era una persona tranquila. No era violento. Le gustaban los animales, era animalista. Vivía con mi mamá, la ayudaba, era su sostén. Era pintor, artista gráfico. No tenía problemas con nadie. No era ningún delincuente. Y ahora resulta que lo asesinan como si fuera el peor enemigo de alguien.

¿Han recibido alguna información del fiscal o del avance de la investigación?

J.Q.: Nos dicen que todo está en investigación. Pero ¿hasta cuándo? ¿Hasta que los culpables desaparezcan del mapa? Queremos que el fiscal que lleva el caso haga su trabajo, que encuentre a esos tres sujetos que lo golpearon. Y también pedimos protección. Porque si estas personas son peligrosas, ¿qué pasará con mi familia?

¿Cómo han sobrellevado estos días en el hospital?

J.Q.: Ha sido muy duro. Económica y emocionalmente. Nos turnamos, pasamos frío, gastamos en medicinas, comida, transporte. Mi hermano estaba solo, no tenía esposa ni hijos. Nosotros, sus hermanas, somos quienes lo hemos acompañado hasta el final. Y aún con todo ese esfuerzo, la justicia nos da la espalda.

Finalmente, ¿qué le dirías a las autoridades?

J.Q.: Les digo que hagan su trabajo. Que no ignoren este caso como si fuera uno más. Mi hermano era una persona buena, no merecía morir así. Ni siquiera un animal se merece lo que le hicieron. Queremos justicia. No vengan después con excusas ni burocracias. La policía y la fiscalía tienen que actuar ya.

¿Y a quienes sepan algo?

J.Q.: Que no callen. Que, si vieron algo, si tienen grabaciones, que las entreguen. Hoy fue mi hermano, mañana puede ser el de ellos. Solo pedimos justicia. No vengan con miedo ahora, miedo sentimos nosotros cada día.

Por: Daniel Huayto Ruiz